Gangrenas

Los comentarios de los lectores publicados en Nada…Personal en la sección habilitada al uso no suelen ser ni la mitad de los que recibimos; el resto vienen infectados la mayoría de las veces de insultos y con relación, poca o ninguna con los temas aquí tratados. Hay ocasiones en las que respondemos aun cuando apreciamos un evidente tonillo de mala fe en los autores, los cuales parecen utilizar el teclado como algunos se agarran a la botella para ahogar las penas. Por descontado no parece muy educado el vano intento de zaherir a los responsables de esta página ahondando en el sórdido pozo laboral que es situación genérica obviando las respuestas con las que les ofrecemos a los enemigos la oportunidad que a otros han negado ab nauseam. Basta con remitirnos a nuestras contestaciones anteriores aquí disponibles; insistir en ello nos ubicaría en el lugar de quien pierde el tiempo contestando a un rebuzno.

Luego hay otro tipo de comentarios que no carecen de interés porque, no solo no desdicen el retrato dibujado del panorama municipal en el Negociado de Personal, sino que incluso vienen a apoyarlo de forma muy precisa. Remitámonos a una frase que creemos merece la pena ventilar a la luz pública al resultar ilustrativa sobre el cariz de aquello a lo que nos enfrentamos:

“Vosotros sí que estáis cayendo, pero en un pozo sin fondo veremos la forma de la que podéis salir” (el subrayado es nuestro)

La frase no tiene desperdicio. Y conste que no procede en absoluto de esas personas que, teniéndonos en gran aprecio nos discursean (innecesariamente, ay) sobre la conveniencia de prescindir del ejercicio de la libertad de expresión para no salir mal parados… en uno u otro sentido. Entendemos, como es lógico, la molestias causadas por la existencia de este medio, pero el odio que algunos nos profesan viene ya de antiguo, un odio de una intensidad que se comprende mal de proceder de individuos que, a lo mejor, ¿quién sabe? hubieron de pasar alguna vez la prueba de un test psicotécnico para el desempeño de su profesión.

Pero lo realmente novedoso en cuanto a comentarios es aquel tan original recibido el miércoles 29 de noviembre que acusa a esta página de ser el producto de un siniestro complot conspirativo de altos vuelos con un pérfido objetivo de desestabilización política, ahí es nada.