miércoles, 21 de noviembre de 2007

Acertó Raimunda


Resultado del concurso oposición para provisión de una plaza de Conserje en el Ilustrísimo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...
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Otro Mazarrón dijo...

Cualquier asunto referente a temas judiciales como los del lector que, según sus palabras, estaba ayer en el bar de la Plaza del Ayuntamiento y, como quien no quiere la cosa, oyó esto y lo otro, nos obligaría a hacer un repaso a todos los extremos del caso concreto que plantea desde el comienzo, los actores que han intervenido y las declaraciones en el correspondiente juzgado, no solo de los mencionados funcionarios, sino también de las autoridades políticas y otros inculpados a fin de dejar en su sitio a los cabezas de turco, lo que se entenderá a la perfección dada la cercanía o vinculaciones afectivas con los susodichos. Por desgracia la defensa de la labor de las víctimas frente a los que reconocemos a la legua como agents provocateurs del teclado no compensa el riesgo que supone el dar la impresión de que desmentimos lo que en su día dijimos: que al no ser éste un blog político no hay voluntad de darse de tortas con Dios y a la Virgen Santísima para complacer a los holligang que no faltan en todo foro que se precie. Ocurre que los que conocen el bar de la plaza del Ayuntamiento desde hace años saben de buena tinta que las noticias ventiladas allí sobre la actualidad municipal son siempre de muy última hora, máxime cuando los protagonistas que fueron de la jornada (hace ya un tiempo largo) frecuentan dicho bar del mismo modo que otros se decantan por el de Luís, el Sabina etc, con lo que se nos permitirá, de entrada, dudar sobre la fiabilidad de esa escucha el día de ayer
De todos modos hay que reconocer que el juego de las escuchas en los bares, los “oí decir” etc de algunos comentaristas anónimos ofrecen muchísimo juego para la redacción de todo un ensayo triste sobre la condición humana.

Anónimo dijo...

dicen que un ilustre pringado abandona la unv popular,

se puede saber si es verdad.

Otro Mazarrón dijo...

Querido lector:
¿Sería capaz el Ayuntamiento de dejar marchar, sea por aburrimiento, abatimiento o faltas de perspectivas a un laboral upero cuyas tareas, preparación y eficacia han desbordado con mucho desde un principio su humilde condición de conserje? En la respuesta a esta sencilla pregunta hallará la respuesta a la que usted nos plantea.