Garbanzos negros -en los dominios de la Ardilla-

Las elecciones sindicales del pasado jueves 17 de octubre han supuesto la entrada en el escenario sindical a derecha y a izquierda de caras nuevas de fuera del espectro simero; aunque es pronto para aventurar si lograrán en la presente legislatura enderezar un poco el rumbo del destartalado barco del sindicalismo municipal sí nos consta que existe la voluntad de insuflar de un hálito de aire fresco el panorama de quienes confunden independencia (entiéndase a unas determinadas siglas políticas) con un camaleonismo con el que arrimarse a quienes convenga según las circunstancias. En su día ya nos referimos a una significativa octavilla elaborada contra los autores de Nada…Personal en la que, dado nuestro distanciamiento con el SIME, se nos afeaba los vínculos afectivos que pudiéramos tener dentro del PP por parte de quienes se han pasado tres años dictando a Miguel Ballesta la política de Personal del Ilustrísimo

Esperemos que la entrada del nuevo elenco de delegados de CSIF y UGT abra un pequeño resquicio de luz que posibilite un diálogo fructífero entre los nuevos representantes legales de los trabajadores y el Gobierno en base a unas cuantas premisas básicas: el reconocimiento de los derechos y límites legales de actuación de ambas partes en el organigrama del Ayuntamiento; defensa de los derechos laborales sin prejuicio del respeto que los cargos electos del Gobierno merecen como autoridades políticas que son en gracia a los votos obtenidos en las últimas elecciones municipales; el no confundir la estrecha vigilancia de las políticas gubernamentales en materia de Personal con la ocupación indiscriminada de las áreas que son de exclusiva competencia de los ediles.

Pero estos nuevos delegados sindicales de UGT y CSIF que se estrenan esta legislatura no lo van a tener nada fácil. Nosotros cometeríamos la petulancia de pedirle al Gobierno que les facilitara un poco la labor para de paso ayudar a mejorar su propia imagen ante las noticias publicadas sobre el Negociado de Personal; les diríamos que la figura del señor Ballesta está hoy irremediablemente unida a la de Mané Quílez y compañía conforme la popularidad de este medio digital va creciendo día a día; unida a la de gentes cuya sombra perpetua amenaza con extenderse injustamente sobre el resto del equipo de gobierno, el cual poco o nada tiene que ver con el tandem Quílez-Ballesta. En suma, todo esto y más le pediríamos humildemente de no ser porque tememos se nos acuse de entrometernos donde no nos llaman.