El pasado 12 de diciembre añadimos a esta página una Nota destinada a aquellos amigos lectores cuyos comentarios enviados rehusamos publicar en su día al incluir adjetivos y expresiones susceptibles de ser calificadas por los aludidos de injuriosas o calumniosas. Esta vez, igualmente y con gran pesar, nos dirigimos a quien con fecha 17 de diciembre realizó unas determinadas afirmaciones que, aunque compartidas por nosotros plenamente, optamos por rechazar al no disponer de las pruebas fehacientes con las que evitar problemas con la Justicia, ya que por desgracia no basta con la convicción íntima sobre aquello que tenemos a diario delante de nuestros ojos. Esto lo saben a la perfección ese tipo de comentaristas malintencionados a los que dedicamos el artículo Gangrenas que (como dato curioso) últimamente se han dedicado a mandarnos insultos y falsedades contra figuras relevantes de Mazarrón con los siguientes objetivos: 1.- crearnos enemigos por doquier aprovechando esa extraña dificultad que tienen algunos a la hora de diferenciar que una cosa son los lectores y otra nuestras humildes personas, meros remitentes de los comentarios; y 2.- ofrecerles en bandeja la posibilidad de tramitar denuncias contra los responsables de esta página por ofrecerles cobertura y cerrarnos de esta manera el pico (recordando cierto lema de campaña del SIME, por cierto)
“(…) ¿Todos tienen el mismo derecho y posibilidades para acceder a un puesto público de ámbito municipal? ¿Se le da la publicidad pertinente y en los medios adecuados? (…)”
He aquí un extracto del comentario cercenado, preguntas formuladas en voz alta por el amigo lector que estamos seguros comprenderá nuestras razones, esta necesidad de andarse con pies de plomo ante tanta mala uva desatada.
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