domingo, 16 de septiembre de 2007

Intermedio musical


Era a comienzos de la década de los ochenta del pasado siglo; Miguel Ballesta no era concejal de Personal del Ilustrísimo, su inseparable amigo Manel Quílez no había desembarcado aun en este pueblo y la histórica carta de privilegios de Felipe II con la que el monarca concedía a la villa de Mazarrón la independencia de Lorca (hoy en paradero desconocido y buscada por la INTERPOL) no había desaparecido todavía misteriosamente del Archivo Municipal; en el campo, hoy tan desmejorado de aspecto, las estaciones dejaban claramente su impronta en el paisaje, especialmente en primavera, cuando las faldas de los montes se cubrían con un denso manto de margaritas y amapolas. En aquel tiempo el comedor del colegio público Francisco Caparrós hacía las veces de aula de música, y por las tardes, sentada en un rincón e iluminada su partitura por el sol que se filtraba a través de los ventanales, una niña de nombre Ana Isabel Méndez arrancaba las primera notas de un flautín; era una de las pioneras de lo que en un futuro sería la Banda de Música que acabaría por engalanar su estandarte de numerosas corbatas cosechadas en un sin fin de conciertos y festivales en municipios de dentro y fuera de la región.

Con los años la Asociación de Música Maestro Eugenio Calderón funcionaría como banda y escuela donde realizarían su labor docente una veintena de profesores. Pero, junto a sus logros ha debido batallar con numerosos conflictos internos entre los miembros y los directores musicales que se han sucedido a lo largo de su historia. Convendría aclarar sobre este punto que los distintos cargos del equipo directivo de la Asociación en el que han llegado a incorporarse músicos de la propia banda han ido rotando desde sus orígenes, por lo que se ha de desechar la idea de una jefatura única y de trato de natural complicado. Como quiera que fuese, al primer director de lo que en principio se podría definir como una simbiosis mal avenida de banda y orquesta de cuerda Francisco Vidal se le expulsó al juzgársele incompetente por una Asociación presidida por el entrañable y ya desaparecido José Guillermo. Le sustituyó José Miguel Gil, músico militar de la Infantería de Marina, seguido de algunos otros como Antonio Alcaraz y Juan Antonio Álvarez García, recientemente despedido por causas que nos abstenemos de comentar por cuanto no disponemos de testimonios de primera mano sobre lo ocurrido.

Ojala que, por el bien de los aficionados a la música en Mazarrón, la Asociación musical encuentre un pronto sustituto y reine la armonía en su seno. También sería deseable una mayor cooperación entre ésta y el Ayuntamiento en pro de un incremento en la oferta de conciertos de música ya existente desde la pasada legislatura, aunque entendemos que toda iniciativa al respecto resultará difícil si nuestro gobierno local decide prescindir definitivamente de ese instrumento que es la Concejalía que Yolanda Vivancos se esforzó por crear de la nada durante su mandato como responsable de Cultura.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca se valorará lo suficiente la misión realizada por la escuela de música durante tantos años.

No solo por ser una de las asociaciones mas antiguas sino por ser seguramente la única que ha mantenido desde sus comienzos una labor altruista a nivel cultural a nivel social a nivel educativo y formativo y una asociación mantenida principal y yo diría que casi únicamente por el esfuerzo de chiquillos, jóvenes muy jóvenes y padres; con su esfuerzo, con su dedicación y con amor.

Claro que eso no es importante para la mayoría de las gentes de este pueblo, por eso siempre seremos un pueblo de cazurros; sin auditorios, sin suficientes colegios, sin centros culturales.

Eso sí, poseemos y apoyamos el mayor megacentro parroquial del mundo después del vaticano (lo que antes era la casa del cura, ojo que de aquí saldrá la totalidad de la oferta cultural en el futuro) y un equipo de fútbol que va de putísima madre pero que yo no conozco a ninguno de estos chiquillos (será porque crecen tan deprisa...) y un alcalde que si bien creo nunca ha visto un concierto de esta asociación sí que se fotografía con los últimos fichajes del furbo tal si fueran ronaldinhos.

Anónimo dijo...

Aunque el post tiene mucho tiempo yo acabo de encontrarlo por casualidad, y me alegro muchísimo. Soy miembro de la asociación desde 1997, empecé siendo una cría como la gran mayoría de los que estaban allí; niños y padres que hicieron crecer a la asociación también gracias a la labor de profesionales de la música que durante los años han ido tomando el mando.

La asociación ha salido adelante aguantando carros y carretas que nos han llegado por todos lados, desde fuera y desde dentro. Pero nos hace seguir adelante el amor por la música, la satisfacción de aportar cultura a nuestro pueblo y el empeño por mantener viva una tradición que jamás debe perderse. Los que seguimos ahí nos sentimos responsables de que Mazarrón crezca culturamente, de que todo el mundo tenga la oportunidad de conocer este maravilloso mundo. Tenemos motivos suficientes para sentirnos así, porque son miles los mazarroneros que han pasado por nuestras aulas, gente que ha crecido personal y profesionalmente dentro de ellas (tenemos músicos profesionales reconocidos repartidos por la geografía que empezaron en la asociación). Nos debemos a nuestro pueblo.

Ojalá algún día se reconozca nuestra labor como nos merecemos, desde la asociación seguiremos luchando para que así sea.

Gracias por el post, con tu permiso lo voy a difundir en mi blog: www.vayamovie.wordpress.com

Un saludo.