Miguel Ballesta - la madeja infinita -

Comentario recibido con fecha 27 de febrero de 2008 a las 0:37 h al artículo Ayuntamiento mazarronero: el gran coladero:

Al que preguntaba si Miguel Ballesta podría ser concejal de Urbanismo que sepa que no es un disparate. Ballesta no esta preparado para ese cargo pero tampoco esta preparado para ser concejal de Personal y míralo. En Mazarron press leí hace tiempo que Ballesta estuvo en el juzgado, alguien lo acuso de prevaricación y dijo que el no tenia ninguna culpa de lo que pasa en esa concejalía porque recogía tomates antes de hacerse político y no entendía como funcionaba. A lo mejor los de Nadapersonal podéis poner el articulo en vuestra pagina, es una idea

Conocemos bien el artículo al que se refiere el lector/a, artículo publicado en Mazarrón Press que alguien ha tenido la amabilidad de facilitárnoslo. Aclarar que hemos decidido no transcribirlo en su integridad porque queremos evitar en lo posible se tenga la impresión de que compartimos del todo ese peculiar estilo de la redacción marcado por una muy rabiosa ironía ajena a nuestro gusto.

En su declaración en el Juzgado Nº4 de Totana (dice el artículo) el pasado 30 de marzo* en el que se le tomó declaración como imputado en una querella por prevaricación interpuesta por una vecina de Mazarrón que le acusa de “enchufismo” en lenguaje coloquial, el Sr. Miguel Ballesta manifestó ante la jueza no recordar si cuando ocurrieron los hechos de que se le acusa era (…) peón de recogida del tomate o concejal de personal del Ilustrísimo del Ayuntamiento de Mazarrón.

Hubo de refrescarle la memoria el letrado de la oposición, recordándole que los hechos ocurrieron durante 2006 y en esas fechas el Sr. Don Miguel Ballesta Ors cobraba como concejal del Ayuntamiento de Mazarrón y no como peón agrícola, hasta que finalmente el Sr. Concejal recordó que, efectivamente, cuando ocurrieron los hechos él era concejal del Negociado de Personal del Ayuntamiento de Mazarrón. (…)

En su curiosa declaración, también argumentó el concejal de personal del Ayuntamiento de Mazarrón que como él antes de ser concejal era un simple peón agrícola, delegaba ahora que es concejal el trabajo de selección de personal en sus subordinados, con lo cual se deduce serían éstos los responsables del supuesto delito de prevaricación, ya que él no se dedica a eso. (…)

*30 de marzo de 2007. Aclaramos que la causa de la ”vecina” no ha concluído, y que proseguirá su curso (resolución del conflicto laboral en los juzgados mediante)

De entrada es significativo que Miguel Ballesta no negase la irregularidad denunciada por la querellante. Simplemente se sacude la responsabilidad de encima en lo concerniente a selección de personal de su Negociado arguyendo que en la práctica no ejerce sus deberes como Concejal de Personal al no encontrarse (al menos en el momento de la vista en el Juzgado) capacitado para el cargo, como demostraría su ocupación pasada como peón agrícola.

Las conclusiones a extraer son simples:

a) En el supuesto de que Miguel Ballesta dijera la verdad se entendería mal que su partido destinase en su día como jefe político de un área del Ilustrísimo a un señor que se reconoce así mismo no competente para el puesto, o que ese mismo señor lo aceptara caso de ser consciente desde un primer momento de su falta de preparación.

La irresponsabilidad cometida tanto por el gobierno municipal como por el Concejal de Personal se verían entonces agravada ante el hecho de que, tras la vista celebrada en el Juzgado Nº4, se celebraran elecciones locales en las que el Partido Popular de Mazarrón volvió a reservarle al señor Ballesta un puesto preponderante en su lista electoral con el propósito evidente y demostrado de seguir manteniéndole como edil, y que éste tampoco hiciera el gesto (que le hubiera honrado) de renunciar a ello.

b) En el supuesto de que Miguel Ballesta no hubiera dicho la verdad… Pero éste un asunto extremadamente delicado sobre la que la Juez ya determinará en base a las pruebas aportadas por ambas partes.

Lo que está claro es que, de un modo u otro, nada hay que parezca aconsejar la continuación de Miguel Ballesta como edil de un Ayuntamiento