Ha llegado a nuestro correo el siguiente testimonio de un hecho acaecido el pasado dos de agosto. Llamamos la atención sobre el especial cuidado que ha puesto el autor a la hora de diferenciar a los dos policías que protagonizan el relato en base al comportamiento mostrado. Quede claro que desde Nada…Personal no albergamos la menor duda sobre la existencia en la Policía Local de magníficos y honrados profesionales a los que enviamos un saludo. A fin de cuentas en todas parte cuecen habas.
Aprovechamos también para invitar a nuestros lectores a que nos hagan llegar sus comentarios o artículos relacionados con los temas que acostumbramos a tratar en este blog.
EL SOPLO
A una vecina de Mazarrón le ha pasado lo siguiente: volvía a casa el jueves 2 de agosto, a las 1:30 horas. Después de estar con unas amigas la detuvo un control de la policía local, el policía más joven se mantuvo al margen observando como procedía su compañero, que le pidió los papeles del coche, ella se los dio y él le dijo que no llevaba el seguro de este año 2007, la chica llamó a casa para preguntar si estaba allí el seguro, pero no , el seguro estaba en el coche con el resto de papeles, pero el policía no lo había visto, una vez resuelto lo del seguro luego procedió a hacerle una prueba de alcoholemia. Era la primera vez que a la chica le realizaban una prueba de alcoholemia, quizá no sabía muy bien cómo soplar, el caso es que el policía le dijo que la prueba no era válida, y que ella se estaba negando a realizar la prueba, por lo que iba a llamar a la grúa para que se llevase su coche y a multarla entre 450 y 600 euros más la retirada de 6 puntos del permiso de conducir. La chica no había bebido, bueno, se había tomado ¡un granizado de limón! no podía aceptar eso, así que le pidió que se la repitiera. El policía le dijo a la chica que no tratara de marearlo, que lo estaba haciendo a propósito para engañar a la maquina, que se estaba negando y que la iba a multar. Le dijo al policía más joven que empezase a rellenar la denuncia. La chica, nerviosa, le dijo al policía que no se negaba, que quería hacer la prueba ¿como iban a sancionarla por nada?, sentía que el policía parecía estar haciendo todo lo posible por intimidarla. Mientras el resto de personas que paraban para el control apenas eran retenidas unos minutos. Y a ella la hacían esperar mientras los atendían. Al rato de discutir la dejó repetir la prueba. Le dijo de nuevo que no era válida, que no había soplado de seguido, que la multaría. La chica había soplado tanto que estaba mareada, pero no se rindió, volvió a exigir la prueba que el policía le decía se estaba negando a realizar. Después de estar parada 40 minutos y durante al menos cuatro pruebas (por las que casi tuvo que suplicar), el policía le dijo: “El resultado es cero, vete”.
Así que la chica llegó a su casa a las 2:15, algo más tarde de lo que tenía pensado, y se durmió también algo más tarde de lo que tenía pensado, esto porque le daba vueltas a la idea de que ese policía no la había tratado así por casualidad.
A las 3:15 de la madrugada un vehículo de la policía local fue hasta la puerta de la casa de la chica, observó durante un par de minutos, y se marchó tan lentamente como había llegado, puede que no fuese el mismo vehículo, pero de serlo ¿que quería?, ¿ver si la chica había llegado bien a casa?
El caso es que esta chica ha estado en desacuerdo sobre como el concejal encargado de personal realizaba las selecciones de personal en el ayuntamiento de Mazarrón, y ha llevado al juzgado el asunto. Este policía local ha participado junto al concejal en alguno de esos procesos de selección valorando la capacidad de los aspirantes para desempeñar labores administrativas en el ayuntamiento, y entre las personas que ha entrevistado está la chica a la que dio el alto la otra noche. Esa chica se pregunta si puede haber tenido algo que ver esa circunstancia con el trato que le dio ese policía la pasada noche.
Se puede pensar que haya habido cierto abuso de autoridad en su forma de actuar. Que haya utilizado esa autoridad para intimidar a la chica, para hacerle pasar un mal rato, por diversión.
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EL SOPLO
A una vecina de Mazarrón le ha pasado lo siguiente: volvía a casa el jueves 2 de agosto, a las 1:30 horas. Después de estar con unas amigas la detuvo un control de la policía local, el policía más joven se mantuvo al margen observando como procedía su compañero, que le pidió los papeles del coche, ella se los dio y él le dijo que no llevaba el seguro de este año 2007, la chica llamó a casa para preguntar si estaba allí el seguro, pero no , el seguro estaba en el coche con el resto de papeles, pero el policía no lo había visto, una vez resuelto lo del seguro luego procedió a hacerle una prueba de alcoholemia. Era la primera vez que a la chica le realizaban una prueba de alcoholemia, quizá no sabía muy bien cómo soplar, el caso es que el policía le dijo que la prueba no era válida, y que ella se estaba negando a realizar la prueba, por lo que iba a llamar a la grúa para que se llevase su coche y a multarla entre 450 y 600 euros más la retirada de 6 puntos del permiso de conducir. La chica no había bebido, bueno, se había tomado ¡un granizado de limón! no podía aceptar eso, así que le pidió que se la repitiera. El policía le dijo a la chica que no tratara de marearlo, que lo estaba haciendo a propósito para engañar a la maquina, que se estaba negando y que la iba a multar. Le dijo al policía más joven que empezase a rellenar la denuncia. La chica, nerviosa, le dijo al policía que no se negaba, que quería hacer la prueba ¿como iban a sancionarla por nada?, sentía que el policía parecía estar haciendo todo lo posible por intimidarla. Mientras el resto de personas que paraban para el control apenas eran retenidas unos minutos. Y a ella la hacían esperar mientras los atendían. Al rato de discutir la dejó repetir la prueba. Le dijo de nuevo que no era válida, que no había soplado de seguido, que la multaría. La chica había soplado tanto que estaba mareada, pero no se rindió, volvió a exigir la prueba que el policía le decía se estaba negando a realizar. Después de estar parada 40 minutos y durante al menos cuatro pruebas (por las que casi tuvo que suplicar), el policía le dijo: “El resultado es cero, vete”.
Así que la chica llegó a su casa a las 2:15, algo más tarde de lo que tenía pensado, y se durmió también algo más tarde de lo que tenía pensado, esto porque le daba vueltas a la idea de que ese policía no la había tratado así por casualidad.
A las 3:15 de la madrugada un vehículo de la policía local fue hasta la puerta de la casa de la chica, observó durante un par de minutos, y se marchó tan lentamente como había llegado, puede que no fuese el mismo vehículo, pero de serlo ¿que quería?, ¿ver si la chica había llegado bien a casa?
El caso es que esta chica ha estado en desacuerdo sobre como el concejal encargado de personal realizaba las selecciones de personal en el ayuntamiento de Mazarrón, y ha llevado al juzgado el asunto. Este policía local ha participado junto al concejal en alguno de esos procesos de selección valorando la capacidad de los aspirantes para desempeñar labores administrativas en el ayuntamiento, y entre las personas que ha entrevistado está la chica a la que dio el alto la otra noche. Esa chica se pregunta si puede haber tenido algo que ver esa circunstancia con el trato que le dio ese policía la pasada noche.
Se puede pensar que haya habido cierto abuso de autoridad en su forma de actuar. Que haya utilizado esa autoridad para intimidar a la chica, para hacerle pasar un mal rato, por diversión.
2 comentarios:
Pobre chica, ella sola con ese tipejo, a mí me pasó algo parecido con el, a mí ya me habían contado la historia.
¿Pero quien es ese policía?
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